Aquí, un rinconcito Llanacorino está siempre a la espera de visita, en Cajamarca…
Medio escabulléndose de las empedradas callejuelas de Cajamarca, un tantito escapándose de Santa Apolonia, allá en lo Alto del Cuarto del Rescate, allí por una de los trechos más abarrotados de ojos, pasos, cuestionarios y registros; como queriendo hundirse en los habituales rasgos de la vida en los andes. Por los meandros del camino que se acortan y cuando a ambos lados brota verde pasto para el ganado manso que se regocija temprano rumiando, se va llegando al Rinconcito Llanacorino.