Y así nos fuimos… Este es uno de los lugares que me encanta.
Moyobamba,¡Espero lo disfruten !
La dueña de San Martín, llamada la ciudad de las orquídeas, amiga exclusiva de Rioja y cercanísima de Tarapoto, así está ella. En el parque central se yergue una orquídea. Se interesa por recibir a todo foráneo, fulano, zutano, mengano, perengano y demás, desde el mismo instante de batir el interés por conocerla, un cálido frescor envuelve la piel y las mutaciones son infalibles.

La natura ensancha su interés, viene y va desde el filo del camino hasta donde el Achuni mete la cabeza y más. De a pocas la inmensidad te va internando y las cuantiosas preguntas van desvelándose con merecida autoridad de conocedor. Los juane de arroz, de yuca, avispa juane y etc, se hacen presente a la hora indicada. Y en un desprevenido momento saluda primero Rioja.
Reza en algún lado Humberto del Águila : “La selva bajo el sol de enero se llenaba de flores y de aromas. Toda tenía exuberancia de vida…” la selva en noviembre, sigue aún con toda la exuberante vida de enero. Las palmeras cuelgan aguaje, las pishcotas componen aguajina y ponen sus amores en el recuerdo.
Algunas avecillas acuáticas chillan balanceando la cola, y llueven gusanitos inofensivos y negruzcos de gruesos árboles; multicolores se reproducen las mariposas y por las orillas del Mayo algunos enamorados compaginan sus pasiones.

En el otro lado, por el museo, se dictan historias, de los Sachapuyos dicen, de los Awuajun y su Bikut, que dejando consejos a los antiguos se marchó, para encaminar nietos, hijos y así sucesivamente. Y de los Lamas que todavía ponen sus manos cantarinas sobre la arcilla dando forma a un sin número de souveniers para mostrar y llevar. Y el suspiro poeta
Y casi en la punta del Tahuishco ya se oye:
Aguajeee!!, aguajeeeee!!!!, ¿aguaje joven?.
–Hay Camu camu!!
–Compre pues ñanita!!

Por aquí pasa la huambra de por este lado, de allá para acá, mientras algún sheretero le anda medio guiñando. Moshacos que no faltan, despertado aliento y apetito.
Y ya en la Punta de Tahuishco el panorama se abre, te enseña a conjugar la belleza y el esplendor, ¡y ya vuelta!…estas de nuevo puesto tus dos ojos en el Mayo.
Y tus orejas en la voz del ñanito
De una esquina se escapa El sonido de los Mirlos…con sabor a selva.

El río Mayo es uno de los mejores espectáculos sueltos al verdor de la tarde






Que bonito! Muy interesante lugar.
He viajado poco.
Pero me gusta.
Por lo menos puedo viajar con la imaginación.
Y todo lo que nos cuentas.
Gracias… Un saludo cordial y afectuoso
Me alegra mucho que te haya gustado esta pequeña ciudad de la selva peruana. Y espero que sigamos viajando juntas.
Un gran saludo de luz para ti :).